domingo, 19 de febrero de 2012

10:10

10:10 hora de la verdad. Ella llamo a su celular, no contesté, sabia que queria, sabia que estaba buscando y en lugar de afrontarlo espere comodamente sentado en una silla de la cocina a que dejara de llamar y probablemente que cambiara sus ideas al respecto de lo creia que pensaba, miraba el reloj mientras me pasaba las manos nerviosamente por la sien, pensando en mil posibilidades, en que le diria si contestaba. el maldito reloj no avanzaba rapido, me desesperaba, y el reloj no dejaba de sonar, me di por vencido, tome el celular mientras sonaba, al fondo sono la puerta fuertemente, del susto solté el celular, calló y se le salio la pila, fui corriendo hacia la puerta, tal vez alguien necesitaba mi ayuda alguno de los vecinos, sabia que la chica del departamento de al lado era golpeada por su esposo, tal vez era ella. abrí la puerta, era ella, y a la vez no era ella, solo alcance a ver su boca abierta mas de lo que deveria, como si su mandibula estuviera dislocada y jalada hacia abajo, caí hacia atras solo escuchando un sordo grito de ella -¡Ayudame!- sus ojos eran negros totalmente y su piel se volvio grisacea, sus manos comenzaron a volverse cenizas y despues todo su cuerpo, justo antes de desaparecer, me miró con tristeza soltanto una lagrima en el suelo.
Estaba sorprendido, tenia la boca abierta, mis manos se aferraron al suelo y comenxaron a brotar lagrimas de mis ojos, corrí hacia la cocina, tomé mi celular, le puse la pila, estaba nervioso.
-No, no mierda - me temblaban las manos mientras lo encendía - ¡Vamos aparato idiota! ¡Vamos! - comenze a llorar desconsoladamente, mientras el celular mostraba en su pantalla "bienvenido",  hasta que pudo entrar a su lista de contactos y llamarle, queria saber si estaba bien, queria saber si solo habia sido su imaginacion.
Marque y espere, no contestó, volví a marcar y no contestó lo hice una y otra vez. Entonces llore tirado en el piso, mi amada estaba muerta.
01:11 hora de la muerte. Estaba ella en una bañera sin agua, puesta con los brazos hacia afuera de la bañera y las piernas abiertas, su mandibula estaba dislocada y habia sido jalada hacia abajo con cuidado de que la piel no se rasgara, sus ojos habian sido quemados completamente y una de sus manos estaba completamente carcomida dejando versolamente sus huesos, blancos y bien acomodados.

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